Un viaje a la nostalgia. La golosina que fue furor en los 80 y 90 y busca reconquistar los paladaresPor Julián Gorodischer
Mielcita tiene la capacidad de remontar a quien la prueba a una etapa primigenia del desarrollo del paladar, a una época en que lo básico era fastuoso; en que lo simple era complejo. Los niños de los 80 y los 90 endiosan aún hoy a esta golosina que es, en cada vida, sinónimo de una época de menos exigencias y sumo placer gustativo. Tenía algo de prohibido, de incorrecto, meterse el plástico en la boca; recibirlo directamente de la mano del kiosquero y llevarlo a la boca, algo que ya no se hace hoy y que desaconsejan las operarias y la comisión directiva de la cooperativa Mielcitas.
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